domingo, 5 de septiembre de 2010

Esperalo...


Estamos desarrollando un nuevo sistema de entretenimiento familiar:

consistirá en 3 weyes encerrados en un pequeño cua
rto, con el siguiente equipo:

3 micrófonos
1 bolsa de basura
1 cuaderno
1 lápiz sin punta
1 mesa, tabla, perro, o cualquier cosa que funque como tal
1 aparato reproductor de música (iMoy)
1 escoba
1 PC todo terreno con win 7

y todo lo demás uds lo podrán imaginar, les dejo una imagen la cual explica la mecánica del asunto:

Tómala barbones!

El otro día, que caminaba (la verdad estaba corriendo) por el buen periférico (también conocido: pasillo de la muerte), en aquellas horas desoladas (3.30 am), un poco mareado y con la adrenalina hasta el tope (y no por alguna causa ajena al periférico), me di cuenta de las cosas bellas que tiene esta vida, y no me refiero a las fiestas y esa cosas a las cuales no soy tan afán de estar presente, pero aprendí muchas cosas esa noche, como: nunca llevar a un chico de 18 años a una fiesta.

Poniéndomelo reflexivo, tengo que decir que cada día que estamos presentes en esta vida, no es desperdiciado, se haga lo que se haga, por que al fin y al cabo somos eso: una especie muy rara y complicada, la cual vive bajo normas para "una buena convivencia de la misma", lo cual dudo mucho que suceda algún día, pero es bueno que existe tanta variedad y publico admirando diferentes cosas y detalles de sueños ajenos y propios, de expresiones humanas tangibles e intangibles, y es agradable pensar en todas aquellas personas que han tocado mi corazón, lo han roto, que me rodean o que me evitan, por que al fin y al cabo, por ellos soy lo que soy. En fin, me dio gusto recordar tiempos pasados con algunos compas de mi vieja escuela la secundaria, y darme cuenta de que cada uno sigue siendo el mismo cabrón de siempre, pero mas chingon.

En conclusión, señores y señoras, no dejen de leer mi blog, (aunque escriba una vez al año), y dejen que la vida los lleve a donde quieran ir, por que la neta no se hagan patos y acepten que todo lo que les pasa son por sus babosadas, y por lo cabrones que son (aunque lo ultimo sea mas escaso, tanto como las entradas en mi blog), así que pásenla bien y dejen que la euforia del bicentenario y de la pobreza fluya instintivamente por sus venas llenas de lipidos y proteínas (si es el caso), y neta, pero neta, nunca inviten a un wey de 18 años a su fiesta, y también sean felices.